Pues bien, siguiendo con el eDNI, tal penetración de población podría ser un logro. O debería serlo, en un país normal. Pero quizá aquí enlazamos con que éste es el país 13º en innovación de la UE de los 15. Y encima a eso le debemos añadir que mucha gente no sabe ni que su DNI tiene ahora un chip. Ni se les informa convenientemente de su utilidad, no reciben hardware (lectores de tarjetas) ni indicaciones sobre el software a instalar, y apenas hay aplicaciones prácticas destinadas a su uso. Y mucho menos que el certificado caduca a los 30 meses, no cuando caduca el propio DNI.
La firma electrónica y la manuscrita tienen la misma validez legal. De hecho, todos los actos cotidianos de firma (con permiso de los notarios) podrían ser sustituidos por firma electrónica desde casa, sin papel. Los ahorros en costes y las ventajas competitivas de quien se subiera al carro de esta firma se antojan enormes. Además, la firma electrónica da unas garantías legales, de custodia, de sellado de tiempo, no repudio, etc. superiores a la firma manual. Y, sin embargo, no se usa prácticamente nada. ¿Por qué?
La razón de este artículo es precisamente, ésa. Saber por qué. Con el enorme coste que tiene el despliegue de eDNI y tarjetas ONA, ¿por qué luego apenas hay aplicaciones prácticas donde usarlo? ¿Cómo es posible que no se pueda votar con certificado electrónico? ¿Ni firmar unas escrituras? ¿Ni formalizar prácticamente ningún contrato? Y ni siquiera casi entrar con eDNI como identificador de identidad en muchas páginas web. Si se usa más el login de facebook cuando es mil veces menos seguro para asegurar que una persona es quien dice ser!!!!!!!
¿Por qué ocurre eso? Pues propongo 2 razones: falta de interés y falta de usabilidad.
Interés, sí. Por un lado, hay un evidente interés en las AAPP por crear utilidades para su uso, ya que son las que han desembolsado el dinero. Y me consta que están invirtiendo millones en adecuar sus sistemas a la teletramitación. Pero en el último momento, cuando salen por ejemplo ayudas para teletramitar desde casa con firma electrónica, pasan cosas como:
- El formulario web para rellenar la ayuda es muy complejo. No es intuitivo, usable, etc.
- Aunque la solicitud se puede firmar digitalmente, luego hay que enviar documentación en papel.
- Ante cualquier problema, los técnicos de la AAPP no pueden dar soporte a la teletramitación e invitan a ir por la vía papel.
- Etc. etc.
Con lo cual, vemos que después de gastos para adecuar las infraestructuras, falta el empujón final para llevar a buen puerto una solicitud telemática con firma electrónica.
Aquí vienen 2 ejemplos muy actuales y cercanos, aunque omitiremos dar nombres. Porque nosotros mismos, que desarrollamos soluciones de firma digital, tenemos que acabar entregando todo en papel porque o el sistema da error, o es poco claro, o falla un ActiveX/applet, etc.
Hace unos días, tuvimos que sacar el empadronamiento 2 personas. Uno de una gran ciudad vizcaína y otro de una ciudad de tamaño medio. Se supone que ambos ayuntamientos cuentan con el servicio para descargarlo electrónicamente usando eDNI en el momento. Pues bien, fuimos a hacerlo y:
- Ciudad mediana. La página da numerosos errores. Tras varios intentos, no es posible. Tras varias llamadas al Ayto, se contacta con un técnico informático que accede a sacarlo en PDF y enviarlo por email. Sí, el sistema da errores, pero insistiendo por teléfono nos lo envían. Algo es algo.
- Gran ciudad. Sabemos que ha hecho una importante inversión en una plataforma para la teletramitación puesta al servicio de sus teleciudadanos. Intentamos obtener el empadronamiento con mi eDNI, mi lector, mi software en perfecto estado y mi Windows 7. No lo intentamos desde Linux para no ponerlo más difícil de inicio. En la página para validarme, me dice que ni Firefox ni Chrome están soportados, tras varios intentos con ambos. Es decir, que el sistema solo está preparado para Internet Explorer. Buscamos un equipo con Internet Explorer. Tras pruebas y pruebas, el sistema solo acierta a dar un error javascript ininteligible y yo me quedo sin poder sacar mi empadronamiento. Voy a una oficina física a por él y aviso a la persona que me atiende del error. Me explica cómo pedirlo. Sigo sus indicaciones, pero esta persona creía que hablaba de otra cosa, no sabía que se puede pedir vía eDNI en el momento. Al intentarlo, le da el mismo error.
Después de un gran esfuerzo técnico y económico, no tenemos un resultado visible aceptable. ¿Razones?
- Falta de interés: lo más fácil sería corregir los errores de las páginas finales que se presentan al usuario. Pero por falta de interés en algún punto de la cadena, no se hace, ni se forma a la gente para atender esos problemas, ni se publicita... Con un poco más de esfuerzo, ¿no se conseguiría un resultado impecable?
- Usabilidad: si para usar un certificado hay que seguir usando solo un navegador concreto, en una versión concreta, bajo un sistema operativo concreto, con un montón de software adicional que el usuario medio ni conoce y encima, usando además formularios poco comprensibles, estoy condenando a ese usuario al papel.
En fin, está claro que el problema no está en la tecnología, sino en la forma de hacer las cosas. Si con un mínimo esfuerzo extra, la gente podría hacer uso efectivo de los certificados digitales, ¿por qué no hacerlo? ¿Por qué no poner el mismo empeño en la imagen final del sistema que el que hay en las tripas del mismo? ¿Por qué no formar más y mejor a técnicos y usuarios finales? ¿Nos estamos cargando nosotros mismos la firma digital?
¿Qué opináis?