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domingo, 18 de diciembre de 2011

Innovar en hostelería vasca: ser amables

Uno es consciente, como muchas veces hemos repasado en este mismo blog, que la crisis que estamos sufriendo es profunda y afecta a multitud de gremios.

Leyendo la prensa, hay un gremio que tiene una gran capacidad para hacer siempre oír sus quejas: la hostelería vasca. Como en este blog estamos muy centrados en la innovación tecnológica, vamos a empezar a abrir el abanico hacia otros sectores. Y vamos a ver cómo la innovación puede ayudar a un sector tan nuestro como el de la hostelería. Digo nuestro porque tanto la comida como el poteo son tradiciones fuertemente arraigadas en Euskadi.

Pues bien, la reflexión sobre cómo innovar en este sector surge de forma casual, como suelen ocurrir estas cosas. Hace unos días, un grupo de amigos nos reunimos para celebrar esas comidas navideñas tan entrañables, que si no te juntas en estas fechas, no lo haces el resto. Y la comida transcurría con normalidad. Hasta que llegó la hora en que un camarero vino a tomar nota de los cafés. A mí se me ocurrió pedir (ya me vale) un café con leche con hielo. Y claro, ante una petición tan compleja, el camarero no pudo disimular su malestar con un "Ya empezamos..." y cara de mala ostia. Estoy convencido que esto lo lee gente de fuera de Euskadi y no se lo creen, pero en serio, aquí es muy normal ese maltrato al cliente. Incluso yo, como lo sufro a diario, no lo valoré en su momento. Pero tanto mi mujer, latina, como otra gente de Galicia, Rusia, etc. también se identificaron con la lógica incredulidad de cómo te puede decir eso un camarero (????).



Ahí comenzó el debate de por qué aquí se maltrata obstinadamente a los clientes de locales hosteleros. La gente de fuera comentaba anécdotas como la de que no te van a atender nunca a las mesas y ellos esperando, que nunca te sonrían ni se preocupen por cómo está todo, no te aconsejen qué tomar, etc. Y qué decir de la nula posibilidad de conseguir regalos, tapas gratis, etc. Uno puede llevar años yendo al mismo local de copas, y puede estar seguro de que solo si el Athletic gana la Liga le puede reportar un zurito cada 25 años. Y bueno, no mencionemos cómo los turistas descubren aterrados que aquí la basura se tira a suelo y no a una papelera!!!!

En definitiva, nos acabamos convenciendo de que, realmente, aquí al cliente se le defenestra, se le maltrata, y parece siempre que, a priori, no vamos a pagar la carta, menú o consumiciones. Como se suele decir, "te tratan como si les debieras dinero". Y como solución a los problemas del sector, nos pusimos a pensar en cómo puede innovarse. Y nos pareció increíble pensar que, quizá, solo con ser amables, tener limpio el local y ofrecer algunas tapas o servicios gratis, la revolución podría ser espectacular. Es decir, tratar bien al cliente e intentar fidelizarlo. Vamos, las reglas básicas de cualquier tipo de negocio.

Y uno piensa, ¿pero realmente es necesario decirle al sector que mantener limpio el local, ser amable y premiar al cliente es algo que deberían hacer para innovar? ¿Por qué en este sector, como en TODOS los demás, esos no son valores ya aceptados? En definitiva, ¿por qué la hostelería vasca cree que debe maltratar al cliente? ¿Creen realmente que así venderán más????

Al hilo de estas reflexiones, hace unos días leí una información del Departamento de Turismo del Gobierno Vasco, donde identificaban los puntos flacos de nuestra hostelería en palabras de los turistas que nos visitan:
  • Precios altos 54%
  • Calidad de los servicios recibidos 33%
  • Hospitalidad y amabilidad 15%

A mí me daría vergüenza que me dijesen que, precisamente lo que más debe cuidar el sector, es lo que más se le critica. ¿A algún portavoz del gremio, que tanto y con tanta frecuencia se quejan de la situación del mismo, se le ha ocurrido poner el mismo empeño en explicar a sus compañeros todo esto? Quizá con un poco de autocrítica puedan mejorar desde dentro las ventas de su sector y de paso, hacernos más felices a todos cuando vayamos a visitarles.

Yo, miren ustedes, les ofrezco estos consejos de innovación gratis, y no pienso pedir ni un zurito a cambio. Prometido.

4 comentarios:

  1. Los negocios regentados por esa gente, llegará un día que tengan los días contados. Cada vez la gente usa más las páginas donde los clientes valoran y puntúan los sitios en los que han estado. Adaptarse a los nuevos tiempos y sus tecnologías, o morir.

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  2. Gracias por el comentario, Carlos.

    Es posible que ocurra lo que citas y entonces, los comentarios harán justicia con esos establecimientos.
    Pero mientras eso llega, yo me sigo preguntando por qué ese tradicional maltrato al cliente y la nula autocrítica del sector. No confío además en que lo que citas ocurra a corto plazo y les haga cambiar. Harán como el loco que va en dirección prohibida: "pensar que los locos son todos los demás". Me decanto más por esta opción. Seguirán así hasta que no tengan más remedio que cerrar porque aflore una competencia que fidelice a sus clientes.

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  3. Lo suscribo al 100% Iñaki :)

    Es más, escribí hace unos meses lo siguiente a mis compañeros de Máster en un foro privado: "Muchos habéis señalado la tecnología como motor de la innovación cuando muchas veces no hace falta ningún adelanto tecnológico para innovar. Por ejemplo, en mi tierra, Guipúzcoa, una sonrisa o un buenos días (o "egunon" en euskera) al entrar en una tienda es algo casi insólito, y no os exagero, ya que todavía me sorprendo cuando me reciben cordialmente. Algo tan sencillo como el trato cordial al cliente se convierte en un elemento innovador y, por tanto, en una ventaja competitiva. Bien, esta es una innovación fácilmente copiable pero otras no lo son tanto, y pueden incluso estar protegidas por patentes. En cualquier caso, innovar, es decir, introducir novedades (propias o copiadas) en un producto, servicio o proceso, es una tarea que las empresas tienen que hacer TODOS los días y a TODOS los niveles."

    No obstante, también hay que hacer auto-crítica: ¿somos tan amables como clientes como esperamos de los hosteleros? Me gustó este artículo al respecto http://blogs.lainformacion.com/zoomboomcrash/2009/11/02/%C2%BFpor-que-los-espanoles-caen-tan-mal-en-el-extranjero/

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  4. Interesante reflexión, Rafa. Sin embargo, doy mi punto de vista sobre la autocrítica que citas.

    Por un lado, entiendo que el ser amables es algo que los hosteleros deberían hacer por el bien de su negocio. Ahí no me pienso sentir culpable de nada. Hacer que el cliente se sienta cómodo es parte de SU trabajo. Yo no lo pienso asumir.

    Por otro lado, uno reacciona a como le tratan. Si te sonríen, sonríes. Si te tratan con educación, haces lo mismo. Es una norma básica de tratamiento de personas, gestión de equipos, negociación, etc. Muéstrate a los demás como quieras que te tratan, gánatelos. Si un hostelero me recibe con mala ostia, es lo que va a obtener. Por lo tanto, vuelvo a descargar la responsabilidad en su lado.

    Pero vamos, que en este país, la educación en general en todas las edades es algo que brilla por su ausencia, yo también lo tengo claro. :-(

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